Aprovechando el día Nacional del Celíaco (el pasado 27 de
mayo), voy a dar a conocer unos cuentos que pueden resultar muy prácticos para
trabajar este tema con los niños: tanto para ayudar a los que son celiacos,
como para concienciar a sus compañeros.
El objetivo de este blog no es hablar de la enfermedad
celiaca, simplemente llamar la atención sobre esta situación que afecta a un
número importante de niños y que los maestros debemos conocer, porque podemos
tener en nuestra clase niños con intolerancia al gluten.
Los niños que padecen esta intolerancia tienen que ser muy
cuidadosos con su dieta, pero en ningún caso puede condicionar su vida, tienen
que llevar una vida normal. En el colegio hay que fomentar la integración y la
solidaridad.
Al igual que tenemos en cuenta las variadas necesidades educativas
de los niños, los maestros tenemos que tener en cuenta que las condiciones de
salud también puedes ser variadas. Para que el niño se sienta integrado en la
clase, el conocimiento debe empezar por la maestra (en general por el colectivo
escolar) y luego trasmitirlo a los niños de clase. Los niños son muy
solidarios, solamente hay que contarles la situación (por eso los cuentos
pueden ser un apoyo) y ellos lo entenderán.
Algunos cuentos son: “El regalo de Lola”, “Los viajes de Iván
y Guagua”, “El capitán Glutanato”, “El cuento de Pablo, un niño celiaco”.
Son cuentos protagonizados por niños que
tienen intolerancia al gluten y las consiguientes precauciones que hay que
tomar con su alimentación.
Mi hermana es celiaca y siempre he oído a mi madre, lo agradable
que fue su estancia en el colegio, empezando por su maestra, la directora, todos los niños e incluso los
padres en los cumpleaños. Todos se volcaron con ella. Cuando he estado haciendo
las prácticas, en mi clase también había una niña celiaca y cuando había cumple
se repartían chuches libres de gluten. En el libro “Un diario de clase no del
todo pedagógico” de Carmen Diez Navarro,
que he leído para la asignatura de Estrategias de Intervención Didáctica,
también hay una niña con esta intolerancia.
Pequeños gestos, como leer un cuento en clase, pueden hacer
grandes obras, que un niño celiaco se sienta integrado en la clase con sus
compañeros.
Precioso. Anotado.
ResponderEliminarme parece muy bien que difundas este tipo de cuentos. Yo no soy celiaco, pero soy diabético y sé que no hay mucha lectura relacionada con éste tipo de enfermedades, por eso me alegro de haber leído esta entrada :) yo también tengo un blog sobre lectura: http://paginasdeunlibroabierto.blogspot.com.es/
ResponderEliminarMuy buena iniciativa pero hay que tener cuidado con los niños cuando crecen en especial en primaria porque suele abundar el bullyng
ResponderEliminarA cuidar a los nenes eh
Sin duda es muy buena la iniciativa de parte de ustedes de crear y componer cuentos cortos y pequeños para niños con estos problemas. La idea es incluirlos en la sociedad no excluirlos, Sigan así muchachos.
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminar